Trece adolescentes se fugan del establecimiento Sarandí, de la Colonia Berro. El presidente del INAU, Javier Salsamendi, asegura que se trata de un hecho “con características extrañas”. “Siempre que hay una transición dentro del INAU, hemos tenido problemas. Es como una ley”, apunta. El Sarandí es uno de los establecimientos que presenta mayores dificultades para una fuga, ya que cuenta con un doble cerco perimetral, similar a los que existen en las cárceles de adultos. Para fugarse, los adolescentes tuvieron que limar los barrotes de dos rejas, saltar un alambrado, agujerear otro, y burlar tanto la guardia policial como la de la INAU. Uno de los puntos que se investiga es por qué justo en ese momento, había solo dos guardias policiales en lugar de los cuatro que hay designados. “Vamos a ser absolutamente inflexibles y se arrancará de cuajo cualquier cabeza que tenga que saltar porque notoriamente hubo fallas en el funcionamiento, en principio no admisibles”, advierte Salsamendi.