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Las cosas por su nombre

Si hemos incorporado a nuestro vocabulario tĆ©rminos y palabras derivadas de la revolución y expansión de las tecnologĆ­as de la información y la comunicación y las redes sociales –chat, tweets, facebook, mail, entre muchas otras-, no hay razón alguna para no hacer lo propio respecto al nuevo paradigma de los derechos de niƱos, niƱas y adolescentes[2].

En este sentido, los tĆ©rminos que utilizamos para presentar las noticias, se revisten de sentido, en tanto moldean –aunque ello no sea necesariamente la intención final del periodista-, la visión que la ciudadanĆ­a tiene sobre la temĆ”tica, lo que influye directamente en su posición respecto a cuĆ”les son las medidas a tomar para solucionar lo que es presentado como un problema: el de la seguridad pĆŗblica.

 

En un contexto en el que los adolescentes son visualizados como los principales responsables de la ā€œinseguridadā€ –aĆŗn cuando estas afirmaciones no tengan asideros vĆ”lidos-; en el que el tĆ©rmino menor ha quedado indisolublemente ligado a los adolescentes que cometen delitos[1], la especial atención a la terminologĆ­a que utilizamos en nuestras coberturas, se vuelve vital en tanto su utilización puede alimentar y reforzar esos preconceptos y estereotipos.

 

El cambio de paradigma que trajo consigo la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y su adecuación nacional en el Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA), de una visión tutelar de la infancia y la adolescencia, a una concepción de las personas menores de 18 años como sujetos de derechos, debe ser pensada también desde nuestro trabajo como periodistas y comunicadores.

[1] A nadie se le ocurrirĆ­a referirse, por ejemplo, a los jugadores de una selección de fĆŗtbol, como menores. Para este caso, son comunes los tĆ©rminos botijas, chiquilines, gurises, lo que no hace otra cosa que reforzar la estigmatización de los adolescentes que cometen delitos, quienes dejarĆ­an de ser botijas, chiquilines, gurises, incluso adolescentes, para transformarse en menores, una suerte de sub-categorĆ­a de la adolescencia.

 

[2] COMUNICAR SIN DAƑAR. Guƭa para informar con enfoque de Derechos. ONG Raƭces (Chile), Terre des Hommes y Save the Children (Suecia), 2003.

En http://pendientedemigracion.ucm.es/info/polinfan/2010/area-lectura/mod-1/comunicar_sin_danar.pdf

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