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Políticas Públicas y debates parlamentarios

El seguimiento o análisis del grado de aplicación de las políticas públicas, permite un abordaje más profundo del tema de los adolescentes en conflicto con la ley, a la vez que interpela y da seguimiento al rol de los organismos estatales en tanto garantes de derechos.

Esto ayuda a contextualizar la problemática, ofreciendo a la ciudadanía y los decisores, elementos para una mirada más integral sobre un tema que es complejo y multicausal, en el que la responsabilidad individual del adolescente que infringe la ley, no alcanza muchas veces para comprender cabalmente el asunto.

De la misma forma, la difusión de políticas públicas exitosas (a nivel local o en otras latitudes) permite mostrar a la población, los caminos por los cuales se puede trabajar desde las instituciones el tema de los adolescentes en conflicto con la ley.

La cobertura de los debates parlamentarios sobre temas vinculados a los adolescentes en conflicto con la ley, permiten a la población conocer bajo qué argumentos se fundamentan las diferentes posturas sobre el tema. En ocasiones empujados por las demandas ciudadanas de mayor seguridad, los legisladores apelan a cuestiones emocionales y afectivas, lo que conspira contra lo que debe ser un debate racional, sólido en sus fundamentos y acompañado de toda la información estadística posible.

En este caso, se vuelve vital el rol de los periodistas, quienes desde su trabajo aportarán la cuota de profesionalidad necesaria para enriquecer un debate que no debe quedar rehén ni del descontento social ni de soluciones tomadas a las apuradas, con la lógica del “algo hay que hacer”, que por lo general suelen apuntar más a aplacar ese descontento que a generar verdaderos cambios. 

Fuentes

Resulta insuficiente una nota sobre un motín en un centro de privación de libertad de adolescentes en el que las únicas voces consultadas sean las del director del centro minimizando los hechos, las del sindicato reclamando mejores condiciones de trabajo o la de la oposición exigiendo una mejor gestión. En particular, en un tema de alta complejidad como lo es de la delincuencia juvenil, la consulta a expertos de diferentes campos y a organizaciones de la sociedad civil, se torna ineludible.

La diversidad de fuentes es la base de cualquier cobertura periodística. Cuanto mayor sea la amplitud de voces con la que construyamos nuestra nota o reportaje, mayor será su riqueza periodística. Si sólo recurrimos a la fuente oficial, tendremos una visión parcializada –por parcial en tanto que no es completa, pero también por el hecho de que toma partido-, que dejará ocultas otras miradas sobre el mismo asunto. Pero no alcanza sólo con “escuchar la otra campana”. Hoy en día son muchas las voces que debemos incorporar para generar un adecuado equilibrio de información: jerarcas del gobierno, actores políticos de la oposición, sindicatos, adolescentes, Poder Judicial, expertos, organizaciones sociales. 

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