El objetivo y el alcance de las Medidas Socioeducativas (MSE) son mucho mayores que la āpenaā, que apunta exclusivamente a castigar, a punir, un acto delictivo. Tanto la CDN como el CNA refieren a MSE en tanto Ć©stas ponen especial Ć©nfasis en la educaciĆ³n y resocializaciĆ³n de los adolescentes que han cometido algĆŗn delito. Las MSE trascienden el mero castigo e incluso cuando son privativas de la libertad del adolescente, deben tomar en cuenta su edad y su condiciĆ³n de persona cuya personalidad estĆ” en pleno proceso de desarrollo. Con esto se busca atenuar las siempre negativas consecuencias que la privaciĆ³n de libertad tiene sobre los adolescentes.
Medidas socioeducativas
Pena
Baja de la imputabilidad
Adolescentes juzgados como personas adultas
Delincuente, criminal, rapiƱero
Adolescentes en conflicto con la ley
En Uruguay existe un rĆ©gimen penal para los adolescentes de entre 13 y 18 aƱos. De esta manera, hablar de ābajar la edad de imputabilidadā penal serĆa errĆ³neo y puede llevar a confusiones a la opiniĆ³n pĆŗblica, dando a entender que la propuesta es bajar la edad mĆnima a partir de la cual los adolescentes son imputables de un delito.
Lo que se estĆ” promoviendo bajo el rĆ³tulo de ābaja de la edad de imputabilidadā es ni mĆ”s ni menos una rebaja de la mayorĆa legal penal, es decir, que los adolescentes a partir de los 16 aƱos sean juzgados como personas adultas, aplicĆ”ndoseles el CĆ³digo Penal de adultos, en caso de que cometan un delito.
Los tĆ©rminos ādelincuenteā, ācriminalā, son adjetivos. etc, expresan una condiciĆ³n que significan al adolescente, en tanto se les atribuye una caracterĆstica inamovible (la de ādelincuenteā), que se convierte en algo fijo, natural e inmutable, con lo que se pierde de vista que se trata de un momento particular en la vida del adolescente que comete un delito, hecho que no necesariamente define su trayectoria de vida.
Menor
Adolescente, niƱo, niƱa, menor de edad
El tĆ©rmino āmenorā y sus derivaciones, como āmenor infractorā ā los dos mĆ”s usados en la cobertura de la prensa nacional ā remiten a la doctrina de la situaciĆ³n irregular, que considera a los niƱos como objetos y no sujetos de derechos. La palabra āmenorā, en particular, es el resultado de una construcciĆ³n que ubica de un lado a niƱos, niƱas y adolescentes protagonistas o vĆctimas de algĆŗn conflicto, y del otro a aquellos que se ajustan a un modelo de orden social adulto, los que son llamados niƱos, chicos o gurises. El adjetivo menor se convierte en sustantivo revestido de connotaciones peyorativas para definir a los niƱos y adolescentes a partir de un comportamiento, reforzando prejuicios, estigmas e inequidades sociales.